Este lugar es la hora de las historias...
Así termina la última aventura gráfica que he jugado, hace unos minutos apenas, Dreamfall, la secuela del fabuloso The Longest Journey. Yo no estoy muy curtida todavía en las aventuras gráficas, pero desde luego es de los pocos géneros de videojuegos que me atraen, por no decir el único. Lo descubrí hace unos años cuando, por casualidad, compré Runaway con el periódico, en una colección de FX. Desde ese momento me embarqué en el mundo mágico y peligroso al mismo tiempo (unos estudios murcianos dicen que jugar a aventuras gráficas provoca trastornos sexuales graves) de la aventura gráfica. Hasta entonces no conocía el género, y tampoco estaba muy metida en el mundo de los videojuegos como tal, así que podría decirse que soy una novicia en el tema. Sin embargo, disfruto como una posesa con cada aventura que cae en mis manos (han sido pocas de momento).
Así termina la última aventura gráfica que he jugado, hace unos minutos apenas, Dreamfall, la secuela del fabuloso The Longest Journey. Yo no estoy muy curtida todavía en las aventuras gráficas, pero desde luego es de los pocos géneros de videojuegos que me atraen, por no decir el único. Lo descubrí hace unos años cuando, por casualidad, compré Runaway con el periódico, en una colección de FX. Desde ese momento me embarqué en el mundo mágico y peligroso al mismo tiempo (unos estudios murcianos dicen que jugar a aventuras gráficas provoca trastornos sexuales graves) de la aventura gráfica. Hasta entonces no conocía el género, y tampoco estaba muy metida en el mundo de los videojuegos como tal, así que podría decirse que soy una novicia en el tema. Sin embargo, disfruto como una posesa con cada aventura que cae en mis manos (han sido pocas de momento).

En esta segunda parte la prota es otra chica, Zöe, y la acción transcurre diez años después de TLJ. Sin embargo, Zöe comparte protagonismo y aventuras con la misma April Ryan y un tercero en discordia, Kian. Si queréis saber más, en internet hay mogollón de información, no voy a dar más aquí la tabarra... Simplemente decir que el final es bastante desconcertante (supuestamente crearán otra secuela para completar la trilogía). Pero de todas las cosas, me quedo con varios aspectos. En Stark una corporación está a punto de sacar al mercado un aparato de ocio que, al conectarte a él, te permite soñar con lo que quieras, y controlar ese sueño totalmente. ¿Parece estupendo, verdad? Pues realmente, lo que hace es "chupar" los sueños de la gente, y al mismo tiempo les crea adicción a ese "juego", de forma que en sus vidas no puedan hacer nada más productivo. No sé, pero esto a mí me da que pensar.
Sería maravilloso poder viajar con sólo desearlo a Marcuria, el mundo de la fantasía, el arte, la belleza y la magia, donde todo es posible gracias a pociones de hierbas y conjuros mágicos, sin necesidad de ciencia ni máquinas; donde todavía quedan bosques impenetrables o amables topos que te invitan a tomar el té en su casa del árbol; o posadas con sótanos secretos, barcos mágicos que flotan sobre el agua y te llevan a mundos invisibles; o descubrir que eres descendiente de un dragón, o que te enamoras fervientemente de tu peor enemigo...
Mientras tanto, nos queda Stark.
Bueno, ya sabes que he disfrutado mucho de esta saga, aunque sin duda esta parte me decepciono bastante (la inclusión de las luchas y el papel tan secundario que tenían los otros dos protagonistas a quienes controlabas), pero vamos, para mí desde luego, me quedo con el primer Longest Journey de todos.
ResponderEliminarFeliz regreso.
ResponderEliminarVeo que tú también has usado un fondo de encaje, pero si te soy sincera, me parecía mucho mejor el anterior diseño.
Disfruta de tu retono!