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UN MINIPISO EN EL CENTRO DE MADRID

Hoy empieza una nueva etapa en mi vida. Ayer me mudé con mi chico a vivir en Madrid para continuar con nuestros estudios cinematográficos. Lo que hace unas semanas era un sueño, ahora es una realidad palpable. Ya no es una idea, ya no son planes apuntados en una libreta. Hasta que no hemos dormido aquí, hemos vaciado maletas, el menaje de la cocina, los libros... Hasta que no hemos hecho la primera compra en el súper, la lejía, el detergente, el gel de ducha... Ahora es todo de verdad. 


El pisito mide apenas 25m2, pero tiene de todo, hasta cama para invitados. Sin embargo, es complicado acostumbrarse a algo tan pequeño viniendo ambos de casas de más de 100m2. Lo peor sin duda ha sido la despedida de nuestras familias. Yo siempre he sido y sigo siendo muy casera, muy familiar, y cuando me he despedido de mis padres en la calle, a pesar de quedarme con el amor de mi vida, me he sentido muy triste. 
Pero bueno, empieza una nueva etapa que sólo es temporal, hasta terminar mi máster, y en la medida de lo posible, una vez al mes o cada dos meses, viajaré a Valencia, mi tierra. 
Desde aquí compartiré mis ingenios en la cocina, con los platillos de minipiso, algunos de mis reciclajes y lavados de cara de objetos cotidianos, mis costuritas y puntos, así como críticas de cine, proyectos audiovisuales, lugares o restaurantes recomendados, videojuegos, fotos... en fin, un pequeño cajón de sastre con pedacitos de cosas de mi alrededor.